Pasó la peor noche de su vida. La más oscura. El desafío físico era monstruoso.
No podía dormir a pesar de estar exhausto. Y todo en la oscuridad más absoluta.
Pero lo peor no fue el sufrimiento físico sino la tortura psicológica. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué arriesgarse? ¿Por qué seguir?
Los demonios interiores le torturaban sobre el peligro de intentarlo. En el peor momento posible vinieron las dudas.
¿De quién te hablo? Te lo cuento ahora. Antes una divagación personal.
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Me levanté un sábado a las 5:00 de la mañana para salir a hacer senderismo.
Cuando me apunté, una semana antes, la idea me parecía genial.
Pero ese día en concreto fue uno de los días de más frío del año. Estaba nublado y chispeaba.
En ese momento, soñoliento y frío, mi mente me gritaba: “¡Estás loco! ¿A dónde vas? ¡Quédate en la cama!
…
Me acuerdo que me costó levantarme y prepararme. Cuando llegué al lugar de reunión, solo estábamos cinco personas.
La mayoría se habían quedado en la cama.
Yo rogaba porque suspendieran la actividad y poder volver a la cama.
Pero, no. La actividad estaba programada y con solo cinco personas nos fuimos de senderismo.
…
Vuelvo con mi historia inicial.
Del protagonista que te hablaba era Edmund Hillary, la noche antes de intentar escalar el monte Everest.
Hillary estaba acampado a 8.400 metros y su tienda estaba atacada por un horrible viento. Respiraba con bombona de oxígeno.
Lo peor es que su colchón inflable se había pinchado y no podía tumbarse a dormir.
Si se hubiera tumbado, su cadera se hubiera congelado al estar en contacto con el suelo helado.
…
Para Hillary fue la peor noche de su vida.
Hillary escribió que esa noche estaba solo, con dudas y muerto de miedo.
Pero algo dentro de sí lo llevó a continuar.
Y después de la noche más oscura llegó el amanecer.
Ese día fue el 29 de mayo de 1953. El día que conquistó el Everest.
…
Pero esa no fue en realidad la mayor conquista de Hillary.
El mayor logro fue conquistarse a sí mismo. Vencer sus miedos y apagar esa voz que le decía que abandonara.
Y eso, a mucha menor escala, es lo que me costó tanto ese sábado frío que me fui de senderismo.
Porque para lograr algo, primero uno debe dominarse a sí mismo.
…
Ya no practico senderismo, pero si he tenido que seguir dominando mi voluntad para poder conseguir logros.
No lo dudes, hay que aventurarse y luchar por las ilusiones.
Pero vendrán días muy oscuros. Vendrán fantasmas internos que atormentarán.
Y debes seguir, conquistarte a ti mismo.
…
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