Tu yo de dentro de cinco o diez años puede que esté enfadado contigo.
Igual no estás haciendo lo que debes hacer porque estás en un proceso de autosabotaje del que no eres consciente.
Y es que tu mente te distrae cuando no quiere afrontar una tarea, igual que el niño que queda mirando las moscas para no hacer los deberes.
Pero antes, y hablando de bichos voladores, hay un historia de abejas que me gustaría que conocieras.
“Estás leyendo “Mentalidad Imparable”, recibes las ediciones gratuitas de martes a viernes y la edición PREMIUM de pago el domingo. Ayudo a las personas que quieren crecer a enfrentarse a los desafíos que lo tienen estancado.
¡Abejas! Se me heló la sangre.
Las odiaba.
Sin querer, se activaron en mí recuerdos dolorosos de picaduras de avispas y otros insectos.
Debía de haber un nido en mi jardín.
Cogí a mi hijo lo más rápido posible para protegerlo y me encerré en casa.
Presa del pánico, empecé a buscar exterminadores.
En ese momento, no sabía que ese hecho tan aterrador se convertiría en un aprendizaje fantástico.
Y es que el miedo y la desesperación me llevaron a investigar.
Se abrió ante mí un mundo fascinante que desconocía por completo: los diferentes tipos de abejas, su crucial papel en el ecosistema y, lo más sorprendente, ¡que no todas pican!
Y, sobre todo, conocí a Larry, un apicultor local.
Él no solo no temía a las abejas, sino que las amaba y entendía.
Con su ayuda, sucedió lo impensable: ¡decidí no exterminarlas!
Pero no, no iba a adoptarlas.
Íbamos a llevarlas a un espacio protegido.
Larry, con una calma envidiable, recogió las 20 000 abejas de mi árbol para trasladarlas a su granja.
Nadie fue picado.
Las abejas encontraron un nuevo hogar y yo gané una experiencia única.
Ahora, ya no les temo tanto.
De hecho, Larry me contó que se podía caminar tranquilamente entre una nube de abejas sin ser atacado (aunque nunca voy a poner a prueba esa teoría).
Además, aproveché para compartir la experiencia con mi hijo.
Le expliqué lo que estaba pasando y lo que estábamos aprendiendo.
Como recompensa, tomamos miel cruda con yogur griego de postre.
Quién lo diría: las abejas, antes mis enemigas, se habían convertido en una lección valiosa y en un punto de conexión con mi hijo.
El miedo se había transformado en aprendizaje.
"No te dejes llevar por las apariencias, porque engañan"
Esopo
Tu "yo futuro" te llama.
Suena un poco desesperado y te dice: "Oye, te aprecio y todo eso, pero ¿podrías, POR FAVOR, dejar de ponerme las cosas tan difíciles?
¡Estoy intentando disfrutar de los sueños que TÚ estás saboteando AHORA!"
Fuerte, ¿verdad?
Pero seamos sinceros, ¿cuántas veces tus acciones (o inacciones) de hoy le complican la vida a esa versión tuya que anhela haber empezado ya sus proyectos?
Si te sientes identificado, ¡no estás solo!
Estamos aquí para mediar en esa relación un poco tóxica que tienes contigo mismo.
Nuestra newsletter semanal te damos herramientas para:
Detectar las manifestaciones del autosabotaje: Esas pequeñas (o grandes) formas en las que le pones la zancadilla a tu "Yo Futuro" sin querer queriendo.
Aprender a establecer límites sanos.
Cultivar una mentalidad estoica: Para que los baches del camino no te hagan abandonar la carrera antes de que tu "Yo Futuro" pueda cruzar la meta.
Con tu suscripción, no solo recibirás estas dosis semanales de "despierta y reconcíliate con tus metas", sino también:
Acceso al archivo de un año.
Ediciones novedosas cada semana: este mes enfocado en las manifestaciones del auto sabotaje.
¿Sientes que la conversación con tu "Yo Futuro" está en un punto muerto y necesitas un mediador experto?
Para esos momentos de crisis existencial tienes consultoría por email.
Tu "Yo Futuro" te está enviando un SOS. ¿Vas a escucharlo y empezar a construirle el camino que se merece?