¡Iceberg a la vista! ¡Cambien de rumbo! ¡Todo a estribor! ¡Más rápido!
¡Ostras, que nos la pegamos!
Pero, ¿cómo es posible que un barco declarado “insumergible” se hunda?
Pues sí, eso es lo que pasó con el Titanic.
Ya, ya sé que conoces la historia. Pero, ¿qué aprendizajes te llevas de este hecho? Ahora te cuento el mío.
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